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Quique Sánchez Flores

Quique Sánchez Flores había prometido sorpresa. Después de disputar tres encuentros contra el FC Barcelona desde que entrena al Espanyol, y de haberlos saldado con tres derrotas y un cómputo general desfavorable de 12 goles a 1, la eliminatoria de Copa la

Dos de las grandes diferencias entre el actual Barça y el de la temporada pasada han sido Andrés Iniesta y Luis Suárez. El primero, de disponibilidad mucho más intermitente que entonces, ha dejado a Luis Enrique sin su único interior de gestión a

Tras el resbalón ante el Hércules, el Atlético de Madrid de Quique Sánchez Flores será la mejor piedra de toque para el equipo de Guardiola. Los partidos en el Calderón, por lo general, acostumbran a resultar bastante desfavorables para el F.C.Barcelona en los últimos tiempos. De hecho, es el único campo de Primera en el que, en Liga, Guardiola siempre ha perdido, y la derrota de la temporada pasada fue la única que sufrió el Barça a lo largo de las 38 jornadas de Liga. Además, el crecimiento sufrido por el Atlético desde la llegada al banquillo de Quique Sánchez Flores es evidente. No solo por una mejora en los resultados que le ha servido para lograr triunfos como la Europa League o la Supercopa de Europa, sino porqué ha conseguido dar sentido a una propuesta futbolística que, desde hace temporadas, no era efectiva. La radiografía del Atlético de Madrid nos habla de un equipo con dificultades para construir desde atrás, pues no tiene los zagueros ni los mediocentros adecuados para ello. En este sentido, incorporaciones como las del uruguayo Godín o, sobretodo, el ex del Depor Filipe Luis, ayudarán al equipo a mejorar en este aspecto, pero para medirse al Barça y su presión adelantada no parecen argumentos suficientes para iniciar los ataques desde su defensa. Por eso, ante los de Guardiola, el conjunto colchonero huirá de cualquier cosa que se asemeje a un ataque estático. Ello supondría riesgo de perder el balón en situación desfavorable, pues el esquema atlético tiende a partir al equipo en dos, limitando así la capacidad de los hombres de Quique de acudir a las coberturas y estar correctamente situados a la hora de recuperar el esférico.