El momento del campeón

El momento del campeón

Tras un inicio irregular en el que sin embargo, ya se han logrado dos títulos, el F.C.Barcelona afronta una semana crucial y que en gran medida marcará el futuro del equipo de Guardiola en esta temporada 2009-2010. Dos son las citas que deben medir el verdadero estado del equipo, por un lado el enfrentamiento del próximo fin de semana contra el nuevo proyecto galáctico del Real Madrid, y por el otro el trascendental partido de Champions League frente al Inter de Milán. Contra los italianos el Barça se juega, ni más ni menos, que su futuro en la máxima competición, pues mientras la victoria dejaría en bandeja el pase para los octavos de final, una derrota contra el equipo de Mourinho prácticamente apearía al Barça, ya que dejaría en manos del Inter la posibilidad de decidir sobre el futuro de uno de sus máximos rivales para ganar la Champions. Por si fuera poco, a la baja segura por lesión de Abidal, deberán sumarse los contagios por gripe A de Touré y Márquez. Tampoco el Inter parte de una situación en la clasificación más cómoda, por lo que el partido del martes será una verdadera final para ambos equipos, en la cual, una derrota puede dejar fuera de la competición a uno de los favoritos, a las primeras de cambio.

Mourinho, como hace por regla general cuando juega contra el Barça, presumiblemente centrará sus esfuerzos en tapar la salida desde atrás de los de Guardiola. El técnico portugués sabe que jugando en casa y con una plantilla rebosante de talento, si el Barça logra imponer su juego sus opciones de victoria serán escasas, por lo que el objetivo número uno será cortocircuitar el engranaje azulgrana desde el inicio. En el partido de la primera vuelta en el Giuseppe Meazza Mourinho planteó una fuerte presión sobre el perfil diestro del Barça, para evitar la participación de Alves, Piqué y Xavi, y obligar al equipo a iniciar jugada por la izquierda con Abidal, Puyol y Keita. Guardiola respondió a este escenario ordenando el intercambio de posiciones entre Puyol y Piqué, de modo que volcando a Gerard sobre la izquierda el equipo encontrara una mejor salida sobre este perfil. No obstante, en esta ocasión, difícilmente vaya a reproducirse esta situación pues la baja por lesión de Abidal provocará que si Guardiola se decanta por la opción más lógica, Maxwell entre en el lateral zurdo.

Así, seguramente volveremos a la variante con el mediocentro ejerciendo de tercer central en el inicio de la jugada y los laterales arriba para abrir el campo. El objetivo será el de generar espacios para la recepción de los interiores y separar las líneas del rival para dominar el juego entre líneas. Mourinho, por su parte, tratará de contrarrestarlo con una presión agresiva del centro del campo sobre Xavi y Keita para evitar que estos puedan darse la vuelta. En este sentido, no será extraño ver a uno de los medios neroazzurros abandonar su posición para perseguir a uno de los interiores azulgranas. Si el planteamiento del portugués consigue poner en dificultades al Barça a la hora de construir juego desde la defensa, la alternativa de los de Guardiola será apostar por un juego más directo aprovechando las posibilidades que da un punta como Ibrahimović. No sería de extrañar, pues, la presencia de Patrick Vieira o Motta en el mediocentro para defender por delante al sueco, junto al trabajo de Lucio o Samuel desde la defensa.

Mourinho, pues, estará forzando la salida del Barça mediante los laterales, como ya hiciera con su Chelsea en 2005 cuando endosó al equipo de Ronaldinho un rotundo tres a cero antes de los primeros veinte minutos de un partido que terminaría cuatro a dos y con los de Rijkaard fuera de la Champions. Como en aquella ocasión, la estrategia será la de permitir subir a los laterales con el balón controlado, ahogar sus posibles líneas de pase y buscar atacar su espalda tras recuperación. Como en aquel Chelsea, la principal arma ofensiva del Inter es su segunda línea, en la que destacan hombres como Stankovic, Motta o Sneijder. Así pues, ganando la espalda de los laterales con uno de los puntas, el Inter obligaría a abrirse a los centrales azulgranas habilitando el carril central para las entradas de los hombres del mediocampo. Tampoco será extraño que, en este afán por crear espacios para la segunda línea, tanto Eto’o como Diego Milito caigan simultáneamente sobre el mismo costado.

Una solución interesante para sobreponerse a este planteamiento sería optar por un desplazamiento directo desde los laterales hacia un Zlatan volcado a banda, donde disfrutaría de una superioridad física considerable respecto a los hombres de banda del Inter. Así, el sueco podría descolgar el balón y servirlo de cara a los centrocampistas de modo que el equipo salvaría la presión italiana y mantendría a varios hombres por detrás del balón para defender una posible pérdida. Por su parte, si el mediocentro cae también a banda insistiendo en la defensa de los balones aéreos a Ibrahimović, se abrirán líneas de pase para el poseedor del balón y se generará el espacio para la diagonal de Messi hacia la mediapunta. Además, en transición defensiva, el lateral diestro neroazzurro acostumbra a estar descubierto debido al peso ofensivo que recae en Maicon, lo que obliga a Lucio a caer sobre el costado cuando un punta rival ocupa este espacio vacío. Así pues, con Maicon regresando de posiciones ofensivas, Lucio acostado en banda derecha y los medios italianos presionando la salida del rival, el Barça puede encontrar situaciones en las que recibir entre líneas saliendo a la contra, y en las que hombres como Messi o Iniesta pueden llevar mucho peligro a la portería de Julio Cesar o forzar faltas peligrosas en la frontal del área.

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