Parada en Elche antes del Calderón
A modo de paréntesis, el Barça saltó al Martínez Valero con sólo cinco titulares que también lo serán el miércoles frente al Atlético de Madrid. Las rotaciones, en esta ocasión, implicaron que el conjunto culé aparcara momentáneamente el sistema con el que habíamos visto su versión más competitiva esta temporada, y que la propuesta del sábado tuviera más que ver con lo expuesto antes del click de Anoeta que con lo que ha sido el equipo en las últimas semanas. Messi abandonó la banda, visto que Luis Enrique optó por reservar para la Copa a los dos futbolistas que más y mejor validan la posición abierta del argentino. Dani Alves, su principal surtidor, cedía el lateral derecho a Montoya, mientras en ataque Pedro entraba por Luis Suárez, el hombre que ocupa el centro cuando Leo parte desde la orilla, y sin el cual el 10 regresó al carril central con el canario a su derecha.
Con apariencia de querer resolver el trámite por la vía rápida, el Barça inició el partido con juego lento pero directo, intentando activar la profundidad de Neymar y Alba en el perfil izquierdo con servicios de Piqué, Rafinha y Messi desde la derecha. La presencia de los dos últimos recibiendo en la derecha a pierna cambiada, exageró la idea y disimuló un perfil diestro que con Montoya y Pedro no supo reclamar su cuota de protagonismo en ataque. Durante esta primera fase del encuentro que se prolongó hasta el minuto 20, Xavi fue el interior izquierdo, con un curioso papel de cierto paralelismo con el que le recordamos a Seydou Keita vestido de azulgrana, entrando sin balón desde segunda línea para atraer marcar y liberar tanto espacios en mediocampo como vigilancias arriba. Pese a la inistencia visitante, el Elche supo aguantar organizado con cinco hombres en la media y sin descomponerse, controlando el sufrimiento atrás y encontrando salidas que si se producían a ras de césped por lo general morían llegadas a la zona de un Mascherano que fue mediocentro, pero que si viajaban por arriba hacían valer la superioridad de Jonathas ante Marc Bartra.
El canterano, que salió claro perdedor en la pelea cuerpo a cuerpo con el punta ilicitano, tampoco consiguió llevar la batalla a un escenario más favorable para él, y junto a Montoya y Jordi Alba sembró de dudas una defensa que se sostuvo gracias a Mascherano, Piqué y Bravo. A partir del minuto 20, el cambio de perfiles en los interiores que dispuso a Rafinha en la izquierda y a Xavi en la derecha, permitió al Barça serenar el ritmo y hacer reposar el balón. Pasaron menos cosas, pero se hizo con el control, se expuso poco atrás aunque ahora el Elche cuando se hacía con el cuero lo jugaba más tranquilo, y antes de llegar al descanso, en una jugada de astucia de Xavi a balón parado, Piqué adelantaba a los catalanes.
La reanudación dio comienzo con un Elche más brioso y agresivo, un segundo tanto obra de Messi y la expulsión de Fajr con la que, a efectos prácticos, terminó el partido. Desde entonces y hasta el final, lo más destacado fue la conexión de Messi y Neymar en la frontal del área, que regalaron una segunda parte a modo de exhibición en base a su prodigiosa técnica individual. Leo jugando en el carril central y el brasileño liberado de la banda incluso los minutos en que su lateral fue Adriano, participaron en los cuatro goles que aún deparaba el partido hasta su conclusión. El argentino sirvió dos tantos a Neymar y anotó el quinto, mientras el 11 culé se vestía también de asistente en el sexto que se apuntaría Pedro. Atados los tres puntos, Luis Enrique ya piensa en el miércoles de Copa donde, con los habituales, Messi regresará a la derecha y Neymar se acercará más a la izquierda para volver a dar forma al mejor Barça de lo que va de curso, aunque los minutos en que los dos cracks juegan cerca encierren un dilema dispuesto a convertirse en debate.
Artículos relacionados:
