El lateral del 11
Sin haber estado especialmente acertado en lo técnico, Luis Suárez enfiló el camino a los vestuarios con el balón como botín por el hattrick logrado y siendo, además, el protagonista de la acción que marcaría la noche. Suya fue la carrera, la pelea y el tesón que se aprovecharon del error de Etxeita para forzar el penalti y la expulsión de Gorka Iraizoz. Pero nada de lo anterior podrá repetirlo esta noche ya que, sancionado, se perderá el partido, una ausencia siempre trascendente pero que ante el Athletic en San Mamés puede serlo todavía más. La tempranera inferioridad numérica rojiblanca apenas nos permitió entreverlo, pero por tradición y personalidad, es fácil pensar que Valverde había vuelto a preparar el duelo contra los culés dando un papel preponderante a la intensidad y la presión en primera línea. Es su receta y acostumbra a dársele más o menos bien cuando se enfrenta al Barça, por mucho que esta valoración ante los catalanes no siempre vaya a ir acompañada de un resultado favorable.
El conjunto de Luis Enrique, sin embargo, cuando el rival aprieta arriba y cierra las vías de salida, tiene en el juego directo hacia su punta un recurso que ya le ha servido para alcanzar victorias sobresalientes, y con el que a falta de un relevo de las mismas características que el uruguayo no podrá castigar a Etxeita y Laporte de nuevo. Quizá por eso Arda descansara en el banquillo el domingo, para darle hoy reposo al balón en corto a falta de la solución en largo que sugiere Suárez cuando figura en el once. El turco, Ter Stegen y el posible retorno al once de Dani Alves o Vermaelen resultarán un refuerzo del plan principal toda vez la alternativa se habrá visto comprometida. Puesto que en la otra área Valverde recuperará a Aduriz para la ocasión, el central belga tiene opciones de entrar al lado de Piqué. Ajustaría la defensa aérea mejor que Mascherano, y ya el curso pasado recurrió a ello Luis Enrique cuando tuvo que enfrentarse al donostiarra, aunque entonces le encomendó la tarea a Mathieu. La baja del francés, sumada a la de Jordi Alba, de todos modos, sitúan una de las grandes incógnitas del once azulgrana en un lateral izquierdo sin recambio claro. Además este carril, sin Messi en el derecho, deberá ganar protagonismo, y en esta ocasión a Neymar también le faltará el citado Suárez que en ausencia del argentino fue, junto a Iniesta, su gran aliado, mandando hacia allí apoyos y desmarques para que Ney pudiera despegar.
La plaza de lateral le correspondería a Adriano Correia, antaño con problemas de ajuste y actualmente, simplemente, de rendimiento, que defendiendo un carril por el que correrían -y mucho- Iñaki Williams, Susaeta o De Marcos, puede suponer una notable debilidad. Sería, no obstante, un duro mensaje para el brasileño, a quien Luis Enrique ha querido seguir teniendo en plantilla quizá fiando a su experiencia una respuesta satisfactoria en momentos de necesidad competitiva real. El problema de la profundidad y velocidad por banda de los leones es también uno de los contratiempos que se encontraría Vermaelen a la hora de jugar en el costado, lo cual abre el abanico a reconversiones, quizá, menos naturales. Analizábamos recientemente las posibilidades de una que implicase al recién llegado Aleix Vidal, un perfil de lateral con cierto paralelismo con Alba, bagaje también en el perfil zurdo y físico para sostener el duelo. Lo mismo que Sergi Roberto, quien además acredita un conocimiento mayor sobre los mecanismos de juego del equipo y un extra en asociación sobre el ex-sevillista que, en lo que llevamos de temporada, ya le habían servido para no desentonar en seis demarcaciones distintas del dibujo culé. Con lo probado el domingo ya son siete.
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