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Sergi Roberto y la primera prueba

DUBLIN, IRELAND - JULY 30: Sergi Roberto of Barcelona during the International Champions Cup series match between Barcelona and Celtic at Aviva Stadium on July 30, 2016 in Dublin, Ireland. (Photo by Charles McQuillan/Getty Images)

Sergi Roberto y la primera prueba

Fue una sorpresa. Pese a su pasado y condición de centrocampista, siempre que Sergi Roberto había actuado como lateral derecho a las órdenes de Luis Enrique, lo había hecho con un cariz principalmente externo que contrastaba con el que desempeñó Dani Alves tanto en el Barça del segundo triplete como en el del doblete. Poseedor de los movimientos pero no del pie del brasileño, a Sergi, con el Barça volcado en ataque, se le pidió ser más extremo que interior. Asumir responsabilidades de carril ante un Leo Messi con total libertad para irse al centro cada vez que detectara que era ahí donde debía estar. Por eso, lo del martes pasado ante el Celtic fue una sorpresa. Los de Brendan Rodgers no presentaban ni un reto táctico ni una singularidad individual que obligara a ajustes concretos para que el balón llegara a los pies del argentino, y aún así el planteamiento culé presentó varias nuevas recetas enfocadas especialmente a ello.

Sergi Roberto yendo hacia dentro para limpiar la conexión de salida entre Piqué y Messi.

-Sergi Roberto, en posición interior, limpiando el pase de Piqué a Leo Messi.-

Junto al movimiento de arrastre de Ivan Rakitic para limpiar la diagonal desde la izquierda al pie del diez, por encima de cualquier otra novedad destacó la posición de Sergi Roberto, anclada de inicio en el lateral como viene haciendo desde que empezó la temporada, pero acudiendo por momentos a la vera del mediocentro a medida que avanzaba la jugada. No era lo de Dani Alves -relacionarse con zonas interiores desde el balón- sino lo de Pep Guardiola -arrastrar para abrir línea de pase por fuera-, un ajuste aparentemente gratuito contra un Celtic de Glasgow que no obligaba ni obligó a ello, pero sí potencialmente necesario esta noche ante el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone. No sería la primera vez que una probatura de Luis Enrique, aparentemente descontextualizada en un partido de Champions contra un rival relativamente sencillo, esconde la intención del asturiano acerca de un escenario cercano de muy superior exigencia. También con Sergi Roberto como protagonista, por ejemplo, la temporada pasada el Bate Borisov fue testigo de excepción de la táctica que Luis Enrique había ideado para tomar el Santiago Bernabéu, con el polivalente canterano como mentiroso extremo derecho, verdadero cuarto centrocampista y circunstancial doble lateral en la banda que apenas unos días más tarde se enfrentaría al madridista Marcelo.

El Cholo Simeone es el único que presionando al Barça ha impedido que la MSN pudiera gozar de espacio. Yendo a defender arriba los primeros pases culés, los hay que han ganado, empatado o perdido, pero todos, a excepción de los colchoneros, lo han hecho en un escenario de partido abierto al intercambio de golpes y a la posibilidad de que, en el reparto de transiciones, Messi, Neymar o Luis Suárez pudieran recibir el cuero y correr con él hacia la portería contraria. El Atlético de Madrid no. Planteando un triángulo formado por mediocentro, volante y lateral que enclaustrara toda recepción en banda, y una medida ejecución técnica en la anticipación y el robo, los rojiblancos vienen consiguiendo reducir igualmente espacios para que la MSN reciba el esférico aún cuando su sistema defensivo se aleje de los dominios de Jan Oblak. Por eso la respuesta de Luis Enrique requiere de nuevas soluciones para activar a sus delanteros, y por eso el movimiento de Sergi Roberto llevándose hacia dentro al hombre de banda y descubriendo una conexión limpia entre Piqué y Messi, que sorprendiera ante el Celtic, frente a quien le apeara de la pasada Champions League parece cobrar mucho más sentido.

La gran prueba para el lateral azulgrana, no obstante, sin duda llegará cuando su equipo no tenga la pelota a poco que el Atlético de Madrid logre activar de forma ventajosa a sus hombres más adelantados. Los grandes avales de Sergi en una posición que hasta hace unos meses le era extraña del todo, de momento tienen que ver con su confianza, capacidad física y lectura futbolista de lo que requiere de él el juego del Barça en cada momento. En el campo habla el mismo idioma que Piqué, Busquets o Iniesta. Para ejercer como lateral del Barça, digamos, nunca ha sido lo primero pero va sobrado en lo segundo. El reto por superar, toda vez en escenarios de ataque continuo y pronunciado ya ha demostrado su valía y aportación, es la respuesta defensiva que pueda dar ante rivales poderosos que presenten una amenaza específica sobre su zona a la que deba hacer frente como el lateral que nunca ha sido. Medirse a Cristiano Ronaldo, Eden Hazard, Douglas Costa, Marco Reus, Alexis Sánchez… o Yannick Carrasco.

El belga, regateador vertical y punzante conductor, firmó el curso pasado una de las mejores actuaciones de un rival del Barça en el Camp Nou, primero como acompañante de Griezmann en punta y posteriormente, en el segundo tiempo, en su demarcación natural de banda. Como socio cercano a Antoine, Yannick no sólo se convirtió en una pieza de enorme valor defensivo sobre la zona de Busquets -el punto de apoyo para la salida azulgrana por el interior- sino que con balón se destapó como una pareja casi perfecta para el francés. Movilizó a los centrales, abrió espacios en la frontal para un Griezmann que actualmente es todavía más importante en ella, y arrastró tanto a Piqué como a Mascherano a las bandas para, fuera de zona, superarlos en el uno contra uno. Excelente en todo lo concerniente al juego, no obstante, se trata de una pareja que fácilmente puede achacar cierta falta de gol a poco que Griezmann o la llegada desde segunda línea de Saúl no compensen con sus registros a un acompañante por lo general poco productivo en la finalización.

Por eso este verano ha llegado al vestuario rojiblanco Kevin Gameiro, de agresivo desmarque y depredadora definición, que de juntarse esta noche en el equipo titular con un Koke situado al lado del mediocentro, desplazaría la amenaza de Carrasco a la zona de Sergi Roberto. No es ésta la más agradecida del sistema defensivo del Barça en cuanto a las ayudas defensivas, ya que se trata del mismo perfil que ocupan Leo Messi y un Piqué al que siempre es mejor no sacar del carril central. A Sergi Roberto le queda la abnegada contribución atrás de Ivan Rakitic, pero una posible conexión por dentro entre Koke y Griezmann que atacara con especial insistencia la parcela de Busquets, fácilmente atraería al croata a la zona del cinco dibujando un emparejamiento de uno contra uno en banda entre Sergi Roberto y el extremo rojiblanco, con la posibilidad, incluso, de que una subida de Filipe Luis redoblara la presión sobre la posición del lateral culé. Simeone, Carrasco, Koke y Filipe examinarán al canterano. Una prueba que llega puntual para medir la solidez de la apuesta azulgrana, pero que, a la vista de las alternativas, el equipo de Luis Enrique necesita superar con buena nota.

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– Foto: Charles McQuillan/Getty Images

Comments:1
  • Jolaus 21 septiembre, 2016

    Excelente artículo, Albert. Ahora entiendo a que te referías cuando mencionabas en otros artículos las «variantes» que ofrece Sergi Roberto en detrimento de Aleix Vidal.

    No había notado tampoco que Sergi no ha tenido una verdadera prueba de fuego en su «nueva» posición. Me parece que no es prueba solo para él, sino también para Luis Enrique, el «inventor» de todo esto.

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