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Todo el saber que da una vida

MADRID, SPAIN - APRIL 21: Andres Iniesta of Barcelona celebrates after scoring the teams fourth goal of the game during the Spanish Copa del Rey match between Barcelona and Sevilla at Wanda Metropolitano on April 21, 2018 in Barcelona, . (Photo by David Ramos/Getty Images)

Todo el saber que da una vida

Se puede ser artista de distintas maneras. Desde la reflexión y el sustento de una elaborada teoría, o de una forma intuitiva, casi arrebatada. Sin preguntarse muchos porqués. Se puede ser como Kandinsky o como Jackson Pollock. O como Chris Burden, norteamericano que se encerró durante cinco días en una taquilla, se hizo disparar en un brazo o se clavó las manos, crucificado, en el techo de un Volkswagen. Futbolista también se puede ser de distintos modos. Desde el instinto o desde el conocimiento profundo. Sintiendo o sabiendo. Fluyendo, casi desde el presentimiento, a partir de soluciones involuntarias, o, por el contrario, aplicando sobre el juego el resultado de un pensamiento. De un proceso de lectura e interpretación. Desde la decisión consciente de los propios efectos y del contexto general en el que se enmarcan. Pocos representantes más brillantes ha tenido este segundo grupo de jugadores que Andrés Iniesta, futbolista de biblioteca que a lo largo de los años ha aplicado sobre los partidos una sabiduría prácticamente total acerca del juego y sus secretos. El hombre de los grandes partidos, de los momentos clave y de las fotos imborrables, jugaba anoche la que puede ser su última final con la camiseta del Barça, y no esquivó la ocasión para volcar sobre el césped del Metropolitano todo el saber que da una vida.

El capitán azulgrana no sólo resultó el primer y más contundente impacto de la Final, a modo de anuncio inicial y de termómetro de la temperatura del juego, sino que su desatada actuación en la medular barcelonista se prolongó, a lo largo de la noche, como un espejismo que el Sevilla siempre estuvo lejos de atesorar. Liberado, desprendido pero determinado, invisible y, a la vez, inesquivable. Andrés fue el estandarte de un triunfo incontestable labrado desde el saque inicial, en el que el Barça construyó ventajas en cada uno de los rincones del terreno de juego. Salió desde atrás con autoridad, dispuso de la zona ancha a voluntad y mantuvo en todo momento una puerta abierta hacia el gol.

- A la izquierda, la superioridad numérica del Barça sacando el balón desde atrás. A la derecha, la presencia de Leo Messi a la derecha del mediocampo. -

– A la izquierda, la superioridad numérica del Barça sacando el balón desde atrás. A la derecha, la presencia de Leo Messi a la derecha del mediocampo. –

Con diez de los once titulares definidos de antemano, la incógnita en la alineación correspondía a la undécima plaza, la que presumiblemente acompañaría a Messi y Luis Suárez desde la banda derecha y que finalmente correspondió a Philippe Coutinho. La elección del brasileño fue un acierto, pues no sólo el equipo fue capaz de esquivar los peligros de su alineación -esto es, que su tendencia a buscar el balón al pie ahondara en la falta de amenaza al espacio de la delantera azulgrana- sino que su concurso resultó importante para sostener los equilibrios que Ernesto Valverde propuso desde la pizarra. Por parte del Sevilla, sin sorpresas en la alineación, la novedad se localizó en el tipo de defensa planteada, distinta a la que tanto daño hizo al Barça, hace unas semanas, en su visita al Sánchez-Pizjuán. Probablemente motivado por la transcendencia del escenario y por la amenazante presencia sobre el césped de un Leo Messi entonces suplente, si Montella había diseñado en Liga un entramado en la presión con tres referencias centrales para tapar el arranque interior, y arriesgando atrás con emparejamientos hombre a hombre con licencia para perseguir a su par incluso más allá de la divisoria, en esta ocasión los hispalenses se protegieron en defensa con un efectivo más, pues a la hora de contener el emparejamiento de Escudero no fue con Sergi Roberto sino con Coutinho. Así pues, el inicio de la jugada culé contó con un futbolista más en relación a los de su oponente, cuestión que se tradujo en la superioridad numérica del triángulo Piqué-Busquets-Umtiti frente a Muriel y El Mudo Vázquez. Con aire en el apoyo y la descarga, pasillos para la conducción y el aliento de un Cillessen que rubricó con el envío del 0-1 un torneo impoluto.

Los primeros pases del campeón siempre encontraron una salida, ya fuera hacia el exterior o cortando en vertical a la pareja más adelantada de su rival. Como en un juego encadenado, tal y como sucedió recientemente ante el Valencia en el Camp Nou, el movimiento de descenso de Busquets para reforzar el primer escalón estuvo acompañado de un viaje análogo por parte de Messi. Reubicado Ivan Rakitic como mediocentro, Leo apareció una y otra vez a la derecha del mediocampo como tercer elemento de la medular junto al croata y a Andrés Iniesta. La presencia del argentino, la desbocada actuación del capitán, el ensanchamiento de Jordi Alba y Sergi Roberto y la posibilidad de una incorporación desde atrás de Busquets o de uno de los centrales, terminaron por dar forma a una superioridad en sala de máquinas tanto a nivel táctico y numérico como individual. El ordenamiento de los futbolistas blaugranas, ofreciendo al poseedor del balón soluciones cercanas, lejanas, verticales y horizontales, condujo la juego asociativo culé a un reparto espacial en el que se dieron la mano la seguridad en el pase y la intencionalidad del mismo. El cuero, mientras avanzaba, permanecía a buen recaudo.

CoutinhoA ello contribuyeron en buena medida, también, los dos hombres más adelantados del dibujo barcelonista, ya que Luis Suárez y Philippe Coutinho, además de ejercer como la amenaza que sujetara a los cuatro zagueros del Sevilla desconectados de las coberturas a N’Zonzi o Ever Banega, acompañaron la producción de peligro con un acierto técnico por delante del balón clave para la continuidad de la jugada y el avance agrupado. Mezclando ambos las recepciones en banda con las apariciones entre líneas, fueron una vía abierta con la que verticalizar el ataque, y un punto de descanso para mantener el control del esférico.

Su capacidad conjugando la herida sobre la defensa hispalense y la relación con la combinación fue vital para trasladar las ventajas generadas en el mediocampo hasta las inmediaciones del área de David Soria. Lograda la profundidad, amenazado el guardameta y pudiendo llevar hacia arriba a todo el bloque, la altura que consiguió el Barça en sus ataques fue la causa, también, de su absoluto control sobre la transición defensa-ataque del Sevilla. Lanzando la presión con muchos efectivos, y empleando a Rakitic y Sergio Busquets como una contención directa sobre Banega y N’Zonzi que desactivara los principales caminos de su adversario para salir en corto, los de Valverde no dejaron muchas más opciones al conjunto andaluz que el balón largo y aéreo hacia un Luis Muriel muy separado del resto. Gerard Piqué, intratable en su duelo contra el colombiano, se impuso en la pelea haciendo inútiles los intentos sevillistas de lograr un respiro, y solamente Jesús Navas, proyectándose desde el lateral, encontró soluciones para el avance. Nada que pusiera en riesgo la inmaculada participación de Cillessen. Nada que pudiera robarle su Final a Andrés Iniesta. Nada que escapara al control del artista sabio.

- El Barça acompañó su presión adelantada con una vigilancia muy estrecha de Busquets y rakitic sobre N'Zonzi y Ever Banega. -

– El FC Barcelona acompañó su presión adelantada con una vigilancia muy estrecha de Sergio Busquets y Rakitic sobre N’Zonzi y Ever Banega. –

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– Foto: David Ramos/Getty Images

Comments:3
  • Michel 22 abril, 2018

    La lectura del partido con la presión tanto a Banega, en mayor medida, como a N’Zonzi fue perfecta. Desde ahí se fue gestando el resto de detalles para lograr el triunfo.
    Viendo lo de ayer, el estado físico, la actitud, da para pensar que lo de Roma fuese por un tema de cansancio.

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  • puntero 23 abril, 2018

    Clara sabia nota en lo que es el análisis futbolístico del match, un placer leerla y compartirla. Partido lo más cercano a lo perfecto del Barcelona, dominando y con los jugadores moviéndose en el espacio con y sin pelota con elección del pase justo para recuperar e iniciar la transición al ataque de forma arrolladora. Aun así el Sevila pude marcar 1 o 2 tantos de haber acertado definición. Partidos como el de Iniesta inefable en su fluir flotar casi diría deslumbrante pero esto es futbol y el encanto del juego solo es posible con 10 compañeros magníficos acompañando. El equipo estuvo notable. Le servirá al técnico el revés de la Champions ese partido maléfico sin capacidad de reación de nuestros cracks? borrar y jugarlo otra vez ohh de ser posible! la 2a oportunidad ! Peo no, no es posible. La llegada de Coutinho me alegra el alma y me hace creer con los necesarios retoques en un futuro de brillos para mi equipo

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  • Iniesta10 25 abril, 2018

    Gran partida del Barca, y de Andrés. Nadal que añadir. Gran post en el que queda Todó dicho y explicado

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